Hace diez años, el 10 de octubre de 2013, la comunidad internacional dio un paso clave al firmar el Convenio de Minamata sobre el Mercurio. Este acuerdo multilateral sobre el medio ambiente, que debe su nombre a la bahía de Japón donde las aguas residuales industriales contaminadas con mercurio envenenaron a miles de personas a mediados del siglo XX, entró en vigor más tarde, en 2017. Al contar con cerca de 150 Partes, el Convenio de Minamata desempeña un papel crucial para ayudar a los países a controlar, reducir y eliminar el mercurio en todas las fases de su vida.
Fernando Lugris, ex-Presidente del Comité Intergubernamental de Negociación sobre el mercurio (CIN) y actual Embajador del Uruguay en China y Mongolia, recordó que durante la fase de negociación del Convenio “escuchamos las voces de las víctimas de Minamata, pudimos comprobar lo que es la enfermedad de Minamata ante nuestros ojos y nos comprometimos a desarrollar un instrumento de trascendencia mundial que realmente pudiera aportar soluciones y a que nunca se volviera a producir el desastre de Minamata”.
“Minamata cambió nuestra percepción actual sobre la contaminación por mercurio”, recordó Carlos Manuel Rodríguez, Director General y Presidente del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), uno de los dos mecanismos financieros del Convenio. “Comprendí que el mercurio era un problema tanto para el medio ambiente como para la salud pública, un problema que necesitaba una solución integrada. El FMAM cree firmemente en este tipo de sinergias”.
Monika Stankiewicz, Secretaria Ejecutiva del Convenio de Minamata, subrayó que “a través del Convenio podemos proteger a las poblaciones vulnerables, como los Pueblos Indígenas, las mujeres y los niños, y las comunidades locales, y garantizar que tengan voz, que puedan opinar”. Añadió que, “a medida que avanzamos para que el mercurio pase a la historia, espero que más países se adhieran al Convenio en un futuro próximo”.
Desde su aprobación y ratificación, el Convenio ha logrado varios hitos, desde la prohibición de nuevas minas de mercurio hasta la ampliación de la lista de productos y procesos que no deben fabricarse, importarse ni exportarse, pasando por los controles establecidos sobre emisiones y liberaciones. Claudia Dumitru, Presidenta de la quinta reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio de Minamata señaló que “nuestro viaje no ha terminado, quedan tareas cruciales por delante y debemos seguir centrándonos en cumplir los plazos establecidos en diversos ámbitos”.
“En el PNUMA estamos orgullosos de albergar la secretaría de este Convenio, que protege el medio ambiente y la salud humana de los perjudiciales efectos de esta peligrosa neurotoxina”, declaró Inger Andersen, Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). “Pido a todas las naciones y a todos los socios que redoblen sus esfuerzos en la quinta reunión de la Conferencia de las Partes para proteger la salud humana y el medio ambiente de la contaminación por mercurio y ayudar a conseguir un planeta libre de contaminación”.
En esta reunión, que se celebrará del 30 de octubre al 3 de noviembre en Ginebra (Suiza), se promoverá la intensificación de los esfuerzos para reducir el uso del mercurio en los procesos industriales y en los productos de consumo, el refuerzo de la aplicación de los planes de acción nacionales, la renovación del apoyo al Programa Internacional Específico y el logro de progresos cruciales en la medición de la eficacia del Convenio.