El 29 de octubre, el evento, organizado por el gobierno colombiano, propuso el alcance, las partes interesadas y el marco temporal para desarrollar un acuerdo internacional sobre la trazabilidad de las cadenas de suministro de minerales.
Durante el evento, el gobierno colombiano hizo énfasis en la urgente necesidad de salir de los modelos de desarrollo extractivistas que sobreexplotan los recursos naturales a alternativas sostenibles. Esta iniciativa, desarrollada en el marco de los procesos de la COP-16 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), se alinea con la trayectoria hacia la COP-30 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
El acuerdo propuesto pretende abordar la necesidad mundial de transparencia y trazabilidad en las cadenas de suministro de minerales, especialmente en lo relativo a la pérdida de biodiversidad y la contaminación asociadas a la extracción y comercialización. Subraya que los minerales deben proceder de fuentes legítimas y respetuosas con el medio ambiente, y que las actividades mineras deben limitarse a los ecosistemas sensibles. También pide medidas para prevenir la contaminación, garantizar la comercialización legal y evitar la participación de organizaciones delictivas.
Esta iniciativa se basa en el Panel del Secretario General de la ONU sobre minerales críticos para la transición energética establecido en abril de 2024. El panel reúne a un grupo diverso de gobiernos y otras partes interesadas de toda la cadena de valor de los minerales para desarrollar un conjunto de principios globales comunes y voluntarios para salvaguardar las normas medioambientales y sociales e integrar la justicia, en la transición energética hacia las energías renovables.
Destacando el papel esencial de la acción colaborativa, la Secretaria Ejecutiva del Convenio de Minamata, Monika Stankiewicz, compartió sus puntos de vista. "El Convenio de Minamata es único como único acuerdo medioambiental multilateral que regula una sección de la minería del oro. Hasta el 20% del oro que se comercializa se produce fuera de los canales formales, con una dependencia significativa del mercurio, un contaminante con graves implicaciones para la salud humana y la biodiversidad", declaró Stankiewicz.
"Abordar este problema es esencial a medida que avanzamos en las agendas de la contaminación y la biodiversidad", añadió. Stankiewicz también subrayó la importancia de aprovechar los recursos, incluidos los del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), y expresó su gratitud a Colombia por iniciar esta conversación mundial.
La Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que está dispuesta a convertirse en observador de la iniciativa, también presentó su trabajo sobre debida diligencia para cadenas responsables de suministro de minerales. Sus guías, adoptadas en 2011, ofrecen recomendaciones detalladas sobre cómo identificar, abordar y mitigar los riesgos de abusos de los derechos humanos, financiación de conflictos y otros delitos financieros en las cadenas de suministro de minerales.
En conjunto, estas propuestas representan un compromiso mundial emergente con unas cadenas de suministro de minerales sostenibles, transparentes y equitativas.